Después de siete días buscando los supervivientes entre los escombros, Marruecos se prepara para una nueva fase: la asistencia a las víctimas y la reconstrucción.
El terremoto que golpeó duro la región del Alto Atlas el viernes 8 de septiembre mató a más de 2.900 personas y dejó unos 5.600 heridos. Los daños materiales son considerables.
Según el jefe de operaciones de emergencia de la ONU, Martin Griffiths, Marruecos está dispuesto a solicitar ayuda por parte de la ONU para atender a las víctimas del terremoto:
“Esperamos, en función de las discusiones que hemos mantenido con las autoridades de Marruecos, que se haga la solicitud de asistencia entre hoy y mañana”.