Encargados de las panaderías altomirandinas aseguran que, en este primer trimestre del año, han hecho hasta lo imposible para abastecerse de la materia prima y así cumplirle a su clientela. A pesar de la inestabilidad de los precios y la poca mercancía que llega, consideran que hasta ahora no están en una situación grave, pero ansían la pronta estabilización del mercado.
Gabriel Rodríguez, trabajador de la panadería Flor de El Barbecho, indicó que los implementos más difíciles de conseguir son la harina, manteca y levadura. Asimismo, sostuvo que se mantienen a la espera de las respuestas que se darán sobre estos primeros meses de producción en el año.
Destacó que, en su caso, ha corrido con la suerte de que le despachen a buenos precios. “Hubo ocasiones en las que me querían vender muy caro, pero últimamente me he topado con comerciantes que surten los artículos de acuerdo a lo que estos marcan”.
Del mismo modo, agregó que cuando pide 50 sacos de harina, le llegan 40. “Anteriormente nos llegaba menos, pero ahora nos está llegando mucho más. Hacemos los pedidos con la debida anticipación para no tener inconvenientes de quedarnos en el aire”.
Por su parte, una de las encargadas de la panadería Modelo, Ligia Da Silva, corroboró la información y dijo que en el local se les ha dificultado un poco obtener lo que necesitan, pero al final terminan solventando la situación. “Se vuelve bastante tedioso porque hay gente que abusa y quiere despachar más caro, aún así estamos funcionando en total normalidad”.
Otro establecimiento que se está viendo en el mismo panorama, es La Virgen del Carmen, ubicado a la altura de la plaza Miranda. El supervisor Mauricio Farías, explicó que trabajan como pueden. “El cereal ha costado conseguido, hay semanas que llega y otras no. Lo bueno de esto es que el precio viene marcado y los vivos no se pueden aprovechar de la necesidad de los demás”. Actualmente, se puede encontrar la canilla a Bs. 15 y el campesino a Bs. 30. Mientras que otros lo ofrecen el kilo a Bs. 85.
Venta de dulces se ve afectada
La elaboración de las exquisiteces tan anheladas por los consumidores también se ha visto bastante afectada, pues los gerentes afirman que deben ahorrar para el pan y tienen que dejar a un lado la producción de estos manjares. Artículos como la caramelina y crema de chantilly se encuentran entre los más solicitados, ya que tienden a desaparecerse por un largo tiempo.
Rodríguez, contó que “aún seguimos haciéndolos, porque sin duda alguna son los preferidos. Pero le hemos bajado dos porque debemos ahorrar. La leche, por ejemplo, es vital, pero no se encuentra o está por ahí en un sube y baja con el precio”.
Asimismo, precisó que los galletones se han mantenido, lo que sí ha desaparecido del menú son las bombas. “Estas requieren de mucho aceite, azúcar y harina; lamentablemente debido a la situación tuvimos que dejarlas en el recuerdo por nuestra estabilidad”.
Da Silva también aseveró que se han visto en la necesidad de adaptar los precios al alto costo de ciertos implementos, así como el kilo de chocolate que se ubica en Bs. 1.000. “Ajustamos las tarifas por esos motivos, ahorita tenemos el dulce mediano a Bs. 75 y el especial en Bs. 120”.
En la misma línea, Farías acotó que “anteriormente salían muchas tortas, pero ahora, con todo lo acontecido, no salen con la misma regularidad. También estamos tratando de no usar la crema de mantequilla, ya que la gente opta por no llevársela, ahora resulta que todo el mundo anda en una dieta”.
Se rebuscan con otros artículos
Panaderías como la Flor de El Barbecho, han optado por surtir productos ajenos a lo que anteriormente vendían. Aprovechan que la distribuidora que les despacha su materia prima, también les oferta productos que ellos consideran importantes para su clientela; tal es el caso del arroz, el cual lo venden a dos kilos por persona a precio regulado./Adrián Rivero/ecg/