El pasado miércoles 15 de mayo, el papa Francisco, apartó del oficio religioso a un cura de la localidad española Ciudad Real, por supuestamente haber abusado sexualmente de nueve de sus alumnos, y posteriormente negarse a la pena que le había impuesto la Congregación para la Doctrina de la Fe, que investigó el caso.

El religioso había sido puesto bajo control psicológico por parte del seminario de Ciudad Real en 2016, luego de que se presentaran presuntos casos de abusos sexuales por parte del cura a sus estudiantes, quien habría abusado de ellos hasta en 20 oportunidades a lo largo de dos cursos entre 2013 y 2015, reseño la Televisora Española a través de su portal web.

La diócesis de la Ciudad Real le había impuesto una reclusión de cinco años en un monasterio, con asistencia espiritual y psicológica para su rehabilitación, que fue rechazada por el religioso.

Al negarse a acatar las doctrinas de la diócesis, la Congregación para la Doctrina de la Fe, puso su caso en conocimiento al papa Francisco, quien no dudo en removerlo del cargo inmediatamente.

Reseñó el diario El Universal que la fiscalía se pronunció y pide 40 años de condena por diversos delitos sexuales, por lo cual la defensa esperar hacer uso de “sus pruebas” para conseguir por los momentos la privativa de libertad para el acusado.

El juicio público está pautado para finales de septiembre del presente año.