Los efectivos de la Unidad de Control de Reuniones Públicas y Manifestaciones de Polimiranda deben salir a las calles con implementos que están en deplorables condiciones, los cuales no los ayudan a protegerse en caso de que las protestas se tornen violentas.

Así lo manifestó el director del organismo, Elisio Guzmán, quien señaló que desde el 2011 han soliciado al Ministerio de Interior, Justicia y Paz equipos de antimotín adecuados, pero hasta la fecha no han obtenido respuestas.

“Tenemos equipos en tan mal estado que tuvimos que contratar una empresa para remendar los actuales, ya que comprarlos es completamente imposible por lo costosos que son”.

Agregó que el Gobierno central les nieaga esa opción. “Incluso, conseguir los uniformes, botas y protectores es difícil. Si hablamos de las municiones de dispersión el tema es más complejo, porque reponer lo usado tarda mucho por el engorroso proceso que se hace ante la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim)”./RP/no

RECUADRO

Díficil compra

Precisó que muchas veces han tenido los recursos disponibles para adquirir el material, “pero cuando algo es restringido en su compra por el Estado es casi seguro que nos será negado. El daño se lo hacen a la ciudadanía, que luego reclamará ante los organismos de seguridad, pero el problema lo genera el Gobierno”.

Apuntó que de las solicitudes que han hecho ante el Ejecutivo nacional apenas le han permitido comprar, con sus propios recursos, 80 máscaras antigas y de eso ya han pasado tres años, pero nunca han recibido dotación por parte del ente rector.

“Los filtros que utilizan para respirar también son difíciles de encontrar. Pese a esa situación actuamos donde haya que intervenir, usando los principios del uso progresivo y diferenciado de la fuerza policial para ser garantes de los Derechos Humanos”./RP/no