Hace 14 años nació este emprendimiento de las manos de Rosa Torrealba

ILDER MAESTRE

“Inicie este pequeño emprendimiento desde hace 14 años, solo para consumo nuestro de la familia y en una oportunidad la gente de Intevep y otros amigos  probaron y les gustó el producto y empecé a comercializarlo”.

Así comenzó el relato de Rosa Torrealba, quien además de dedicarse a realizar el típico ponche crema de manera artesanal, también se imparte clases como docente de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA)

“Lamentablemente la situación país me llevo a dedicarme a otras cosas y el año pasado fueron pocas las bebidas que se vendieron, hemos tenido problemas en la adquisición de todos los productos que se utilizan para la elaboración, pero a pesar de la dificultad, aquí estamos y seguiremos adelante” destacó”.

La elaboración viene de una tradición familiar

“Esto viene de familia, mi abuelita hacía su ponche, pero tenía sus técnicas que utilizaba para elaborarlo, entonces adquirí los conocimientos y empecé a realizarlos por cuenta propia

Los hay de diferentes sabores

Tenía licor y ponche de almendras, que por supuesto es un producto importado, entonces me quedé con el de limón, naranja, mandarinas, limón francés, coco chocolate y café.

“El secreto de la preparación es una técnica propia, no todo el mundo puede saber eso ya que es algo que viene de familia y optamos por mantener esto entre nosotros mismos”.

Los materiales básicos son huevos, melao que se hace para endulzarlo, macerar las conchas de frutas y todo eso se hace aquí en casa, mas que todo empezamos a realizarlo en el mes de noviembre, siempre la gente me pregunta ¿vas a hacer?, pero siempre lo hago por encargo.

Mis clientes siempre son la familia y amigos, como trabajo en la UBA se vende ahí también, los precios de botella de 750 ml y mas pequeña de 350 ml es 12 dólares y seis respectivamente.

Ponche crema a nivel internacional

Una anécdota importante es que un amigo nuestro que se encontraba en Venezuela y que trabaja en una agencia de turismo en Holanda, entonces en Curazao, una isla perteneciente al reino de ese país, recolectan productos artesanales para llevarlo al país europeo, le llevaron a la reina un ponche de coco hecho por mi, entonces le gustó muchísimo, luego pidieron mas pero no se pudo enviar, luego me enviaron una carta con una felicitación del reinado de Holanda. Fotógrafo: Ángel Pérez