Los lugareños trancaron la Panamericana durante siete horas, pues aseguran que cientos de familias cumplen tres años pagando hasta Bs. 800 por cada cisterna, que es la única manera de que les llegue el vital líquido
Durante la mañana de ayer, tuvo lugar una manifestación en el kilómetro 41 de la carretera Panamericana, a la altura de El Jabillal, donde vecinos de las comunidades circundantes trancaron la vía en ambos sentidos en protesta por la falta de agua. Desde las 6:30 am, los lugareños obstaculizaron el tránsito vehicular con algunos objetos. Se mostraron hartos, pues llevan más de tres años sin el suministro y las pocas promesas que han recibido se quedan en palabras.
“Acá hemos hecho de todo, hasta mesas de trabajo, y no nos han brindado ninguna solución. Tenemos un proyecto completo para todo el eje de comunidades perjudicadas”, dijo Jesús Escalona, habitante de Cañaote. Detalló que varios entes se han presentado a supuestamente dar respuestas a este problema que afecta a más de 600 vecinos, solo en Cañaote. “Vienen es a mamar gallo, ninguno se ha hecho cargo”.
En el lugar se hicieron presentes funcionarios de las policías de Miranda y Guaicaipuro, así como de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes mediaron con los enfurecidos manifestantes para lograr restablecer el tránsito, en vista de que los últimos kilómetros de la Panamericana se convirtieron en un estacionamiento. Hartos de promesas incumplidas, exigieron la presencia del alcalde Francisco Garcés y del ministro de Comunas y representante de Corpomiranda, Elías Jaua. La protesta se levantó aproximadamente a las 2:00 pm.
Resuelven con cisternas
Tres años sin agua se dice fácil. Los protestantes aseguraron que durante todo este tiempo han tenido que resolver a punta de cisternas, lo que no les resulta viable, económicamente hablando. “Pagamos de 800 a 1.000 bolívares, eso depende de la comunidad y de lo que el conductor tenga que forzar el camión. Queremos que alguien se responsabilice”, concluyó Escalona./Samuel Pérez/ac/Foto Jesús Tovar