El ejército ruso afirmó tener pruebas de que los rebeldes usan armas químicas en Alepo, la segunda ciudad de Siria, dividida entre los barrios del este bajo control gubernamental y los de oeste en poder de los insurgentes.
“Los especialistas del ministerio ruso de Defensa encontraron municiones de artillería sin estallar pertenecientes a los terroristas que contienen sustancias tóxicas”, informó el ejército ruso en un comunicado.
“Después de un análisis rápido en un laboratorio móvil, hemos constatado que las municiones contienen, muy probablemente, gas de cloro y fósforo blanco”, añade.
Estas municiones se encontraban, según el ejército ruso, en la zona “1070”, en los suburbios del sudoeste de Alepo.
Se hará un estudio minucioso de estas sustancias en colaboración con la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OIAC), según el ministerio de Defensa ruso.
