Sara Virginia Colmenares García, es una odontóloga y especialista en cirugía bucal de 35 años de edad, egresada de la UCV y habitante de Los Teques, amante de su carrera y sobre todas las cosas disfruta al 100% su rol de madre, pues considera que la familia y en especial su hijo son pilares fundamentales en su vida.
Nacida en Caricuao y criada en Santa Teresa del Tuy, Sara disfrutó de una infancia feliz donde vivió bajo el techo de su abuela materna mientras que sus padres trabajaban y alcanzaban su independencia, confesó que en su casa también vivían algunos primos los cuales llenaban sus días de diversión. “Cuando viví con ellos disfrutábamos mucho”. Sin embargo a la edad de 18 años volvió a la capital para comenzar a estudiar lo que tanto anhelaba desde pequeña que era la odontología, donde culminó sus estudios en el año 2007 y la especialización de cirugía bucal en el 2012.
Colmenares se define como una mujer independiente, ya que aseguró que le cuesta adaptarse al ritmo de las personas que la rodean pues siempre se encuentra más acelerada que el resto, indicó que “es más un defecto que una virtud pero se me dificulta pedir ayuda para solventar ciertos problemas o rendir explicaciones. Es parte de mi personalidad”.
Confesó que la familia tiene un valor incalculable en su vida, detalló que “es la base y el principio para que todo ser humano se encuentre bien”, en cuanto a su faceta de madre aclaró que disfruta cada momento con su hijo, tal como jugar, ver televisión, agregó que “valoro mucho a mis padres y a mis hermanos. Mientras que a mi hijo me encanta verlo sonreír y dormir con él, ese es el momento más sagrado para mí”.
Con respecto a la amistad aseguró que es algo muy preciado, la calificó como “un tesoro, que es tenerla por la calidad y no por cantidad”, añadió que cuenta con pocas amistades pero que son duraderas y reales, expresó que “las personas que considero mis verdaderas amistades no las veo con frecuencia, pero cuando nos vemos nos ponemos al día y disfruto mucho compartir con ellas”.
SUS INICIOS
Una vez culminada la carrera en el año 2007, García comenzó a realizar suplencias en el Seguro Social de Santa Teresa del Tuy, trabajando para Sanidad, así como también en el hospital Osio de Cúa donde estuvo casi 1 año, simultáneamente ejercía funciones en un consultorio privado en Cartanal, explicó que “buscaba la forma de organizarme para poder ejercer tanto en público como en privado”.
Sin embargo, para Sara no fue suficiente, ya que al hospital llegaban muchos pacientes que presentaban casos que requerían cirugía, tales como quistes y tumores, los cuales debía referirlos por no poseer los conocimientos necesarios, razón por la cual comenzó a interesarse por la cirugía bucal, precisó que “me sentía limitada porque aunque quería atender esos casos no era experta y debía referirlos, por tal motivo en 2009 un amigo colega me sugirió hacer el postgrado en cirugía y lo comencé ”.
Indicó que a nivel profesional disfruta mucho conversar con los pacientes, detalló que “por lo general llegan nerviosos y al ver que uno se va ganando su confianza ellos disfrutan cada vez más ir a las consultas”. Ver los resultados positivos de su trabajo la llenan de total satisfacción.
“Cuando realizo una cirugía de cordales y los pacientes tienen una excelente recuperación y me lo agradecen, me satisface mucho, aunado a algunos que bendicen mis manos y eso me causa mucha alegría”.
A futuro se visualiza administrando su propio negocio, ya que en la actualidad trabaja en distintos consultorios por lo que aspira tener el suyo propio, añadió que “me gustaría que otros odontólogos que estén emprendiendo puedan trabajar en mi consultorio y así yo podría tener más tiempo para compartir con mi familia”.
Su rol favorito es ser madre
Esta profesional de la odontología disfruta al máximo ser madre e invertir tiempo de calidad en su pequeño, pues para ella no es fácil asumir este rol que le ha dejado infinidad de aprendizajes, sin embargo resaltó que con organización, ganas y amor todo es posible.
“Desde que soy madre valoro más la vida. Quiero estar sana, vivir más para apoyarlo y verlo crecer. Deseo ser un mejor ser humano para ser su ejemplo”, agregó que es una responsabilidad grande, ya que hay que reinventarse todos los días para disfrutar de cada etapa.
“Los hijos son prestados y algún día tomarán su propio camino. Con mi bebé aprendí lo que es amar incondicionalmente y como puede una madre sentir el dolor de un hijo como si fuera el suyo propio. Con él aprendí a valorar a mi madre y a mí, pues nuestra labor no tiene horario”.
Perseverante y humilde
La perseverancia es un factor clave en su vida, y se calificó como “un ejemplo vivo de que los sueños se hacen realidad” ya que desde los 11 años soñó con estudiar odontología, sin embargo cuando presentó la prueba de admisión en la UCV quedó en biología, la cual cursó durante un año mientras seguía postulándose para su anhelada carrera hasta que un año después lo logró.
“Los sueños sí se hacen realidad solo que a unas personas les toma más tiempo que a otras, pero con perseverancia todo se puede lograr”.
Recalcó que la humildad va de la mano con el éxito, la considera como “la capacidad de reconocer nuestros límites, defectos y debilidades. Además nos permite comprender que los demás también tienen sus limitaciones y no debemos juzgarlos mal por ello”.
Por último envío un mensaje de concientización a los jóvenes en el que señaló que es necesario que se proyecten a futuro, pues la juventud no es eterna y las consecuencias las sufrirán en el futuro.
“Cuando se llega a anciano es muy duro y amargo para el alma depender de la compasión de los demás y justo en ese momento querrán retroceder el tiempo para hacer todo lo que no hicieron mientras pudieron. Deben aprovechar la juventud para construir su futuro”./lb
*** La humildad y la perseverancia son valores que la caracterizan
GERALDINE PEÑA