En los Altos Mirandinos, lugar privilegiado del estado por su clima montañoso e importancia histórica, es una buena opción para pasear. Cada municipio tiene una joya turística que ofrecer a visitantes. Acá de dejamos algunos de los lugares que deberías conocer de nuestra cálida subregión:

El Jarillo. Es una de las siete parroquias que corresponden al municipio Guaicaipuro, está a 30 minutos de Los Teques y cuenta con un clima frío, similar al de la Colonia Tovar. El Mirador de la virgen es uno de los lugares más bonitos de la zona, familias enteras se sientan no sólo a mirar el paisaje, si no a deleitarse con los despegues de parapente.

Las fresas con crema, suspiros, galleticas y duraznos autóctonos de la zona se venden en cada esquina del pueblo. La represa de Agua Fría es otro espectacular lugar para ir a pasar un rato amigable. Quienes ya lo conocen, acostumbran a hacer picnics a orillas del dique, mientras esperan en atardecer.

San Diego de Los Altos. Tipiriripe, quizá sea un nombre difícil de pronunciar, pero de seguro será inolvidable para más de una persona que probó los sabrosos platos que allí venden. Este es un parador turístico que está en la vía de esta otra parroquia de Guaicaipuro. el ambiente es perfecto para reunirse con toda la familia, hay tiendas de recuerditos y quienes visiten el sector, no pueden dejar de ir a Barro Quemado, negocio atendido por sus propios dueños, donde pueden conseguir esculturas de arcilla y demás materiales de todo tipo.

 Carrizal. No porque sea el municipio más pequeño de los Altos, quiere decir que no tiene nada que visitar, todo lo contrario, el recorrido se hace más rápido. Vale la pena ir a la iglesia del pueblo, popular por su estructura del siglo XIX. Y los que andan en la nueva onda, consiguen en este lugar los mejores centros comerciales y restaurantes de la subregión.

Potrerito. Es sin duda uno de los lugares más especiales de Los Salias, en esta zona se concentran diferentes atracciones que logrará que la familia pase un día diferente. La principal atracción es la fábrica exclusiva de Arte Murano, que jamás está vacía los fines de semana.  Bruno Ava y su esposa María, la fundaron en el año 1957, cuando trajeron expertos de Venecia para trabajar el cristal. Potrerito también alberga una de las primeras pizzerías que se instalaron en Venezuela.

En Potrerito está la hacienda de Víctor Poggi, quien es conocido como el “papá de las guacamayas”, pues desde hace décadas cría a estas aves y no precisamente en una jaula, pues las traviesas vuelan diariamente Caracas y antes que anochezca, regresan a su casa en el municipio Los Salias. Ya lo ves, la subregión puede ser una interesante zona para hacer turismo…