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Taiwán será el primer país asiático que permitirá el matrimonio homosexual

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Periodistas de Avance

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El parlamento de Taiwán ha tomado una decisión histórica al convertirse en el primer país asiático que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo. La nueva ley permite a las parejas homosexuales formar “uniones permanentes exclusivas” y añade una segunda cláusula por la que se les permitiría solicitar un “registro de matrimonio”.

El tribunal supremo de Taiwán ya había sentenciado que no permitir que las parejas del mismo sexo pudieran contraer matrimonio era una clara violación de la constitución. Los jueces habían dado al gobierno de Taipei hasta el viernes 24 de mayo para introducir los cambios necesarios en la ley o bien para promulgar una nueva que contemplara los derechos sobre el matrimonio homosexual.

Tres posibles proyectos

Aprovechando que este viernes 17 se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, tanto el Gobierno como otras fuerzas políticas presentaron tres proyectos de ley para que fueran sometidos a votación. El más progresista fue el proyecto de ley del propio gobierno, ya que es el único que usa la palabra “matrimonio” y ofrece derechos de adopción limitados a las nuevas parejas.

La lluvia no impidió que cientos de personas se reunieran en los alrededores del Parlamento

La comunidad homosexual se decidió por esta opción, ya que era la más cercana a la igualdad total con las parejas heterosexuales, a pesar de sus limitaciones. Las otras dos opciones, presentadas por los partidos en la oposición, no hacían mención a la palabra matrimonio ni permitían el derecho de adopción de estas parejas.

El pasado mes de noviembre Taiwán celebró un referéndum en el que sus habitantes rechazaron la definición de matrimonio como algo más que una unión entre un hombre y una mujer. La propia presidenta, Tsai Ing-wen, reconoció que el asunto había dividido a “familias y generaciones, incluso dentro de grupos religiosos”.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, reconoció que el asunto había dividido a “familias y generaciones, incluso dentro de grupos religiosos”

Sin embargo, en palabras que recoge The Guardian, Tsai Ing-wen aseguró que este proyecto de ley del gobierno que finalmente ha salido adelante era el único que respetaba tanto la sentencia del Tribunal Supremo como el referéndum: “Hoy tenemos la oportunidad de hacer historia y mostrar al mundo que los valores progresistas pueden enraizarse en una sociedad del este de Asia”.

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