La ciudad israelí de Tel Aviv acogerá en 2019 y por primera vez el festival musical Eurovisión, anunció el jueves la Unión Europea de Radio y Televisión (UER), que añadió que esperaba “garantías sobre el carácter apolítico” del concurso.

Israel ganó la posibilidad de ser el país anfitrión de esta competición musical, muy popular en todo el continente europeo, después de que la cantante israelí Netta Barzilai ganara la edición 2018 con una canción inspirada del movimiento #MeToo.

“La propuesta de Tel Aviv fue muy creativa y convincente en todos los aspectos”, explicó en un comunicado la UER, organizadora del festival.

Israel ha ganado el Eurovisión en cuatro ocasiones, y lo ha acogido en dos (en 1979 y 1999), ambas en la ciudad de Jerusalén, epicentro de una disputa política con Palestina.

“Todas las propuestas eran ejemplares, pero escogimos Tel Aviv ya que ofrecía el marco más propicio para acoger al certamen de música en vivo más grande del mundo”, declaró el director de la UER, Jon Ola Sand, citado en el comunicado.

El director del comité de organización del festival, Frank-Dieter Freiling, explicó que la UER esperaba “recibir garantías de la parte del Primer Ministro [israelí] en materia de seguridad, inclusión y libertad de expresión así como sobre el carácter apolítico del concurso”.

A pesar de que Freiling agregó que estas últimas eran “imperativas” para poder “defender los valores de diversidad y accesibilidad que caracterizan al concurso”, la UER señaló que el hecho de pedirlas no tenía nada de extraordinario.

“Es una carta que enviamos cada año a las autoridades del país anfitrión para asegurarnos de que el concurso se lleve a cabo correctamente”, declaró la UER a la AFP en un correo.

El comunicado también ha revelado que las semifinales del concurso tendrán lugar el 14 y 16 de mayo y que la gran final será el 18 de mayo.