“Cuando nos toca cubrir nuestras guardias es una odisea total porque la situación de trabajo es muy tensa por diversos factores como la inseguridad o incluso el no tener dónde calentar los alimentos”.

Así lo indicó una trabajadora del consultorio popular de San Pedro que prefirió no identificarse quien precisó que “esto se ha mantenido de mal en peor desde hace meses. Vivimos en un constante miedo pese a que tenemos una comandancia de policía cercana”.

Aseguró que los bombillos en el exterior del centro médico se eliminaron “porque cuando los colocábamos llegaban los amigos de lo ajeno a llevárselos.  Sentimos que arriesgamos nuestra vida cada vez que nos toca laborar porque incluso la zona está marcada como roja por todos los sucesos delictivos que se han presentado últimamente”.

Destacó que pese al temor constante “los trabajadores tratamos de hacer lo mejor pero la situación se vuelve inaguantable en cierto punto porque incluso para calentar nuestras comidas en un proceso dado que no contamos con un lugar para hacerlo”. “Estamos llevando todo como podemos principalmente por la necesidad dado que estas guardias generan un poco más de ingresos, sin embargo, llegará un punto en el que tendremos que considerar si en verdad vale la pena seguir en estas condiciones”./rp