“Durante la crisis de 2017 cuando había escasez de alimentos, mucha gente hacía cola en el local para llevarse recortes de yuca”.

Así lo señala Néstor Reyes, dueño de La Gran Copacabana, una de las tradicionales ventas de frutas y verduras, ubicada al final de la calle Miquilén, justo al frente del popular “Ranchón Tequeño”.

Pese a los altibajos, propia de la inestabilidad económica que se ha vivido en el país en los últimos tiempos, este empresario sigue apostando a su negocio en el que hoy día están incorporado sus hijos.

Cuenta que él comenzó como trabajador en el desparecido establecimiento de Juan Funchal, después se volvió socio, hasta que decidió independizarse. En el inicio de la década de 2010 abrió un local por la Bermúdez.

“Nuestra mercancía viene de Los Andes, es decir del productor directamente al consumidor, manteniendo siempre la calidad”, sostiene.

Resalta que por la falta de diésel que afecta tanto a agricultores como transportistas, se ven obligados a hacer una recarga al precio final de los rubros, aunque aclara que no es mucho para no golpear severamente el bolsillo de los clientes.

“La competencia es bárbara, desde la redoma de La Matica hasta aquí funcionan unas 14 fruterías, entonces tenemos que fijar precios accesibles para mantener la clientela”.

Asegura que los días de mayores ventas son los viernes, sábados y domingos. Lo que más llevan es el combo sopero, el tres kilo se ofrece en Bs. 8,99.

El tomate está en Bs. 7,99, la cebolla en Bs. 7,63. Otro de los productos que tiene mucha salida son los huevos, el medio cartón se cotiza en Bs. 12,36./RP