Prometieron entregar los primeros edificios en 2012

Desde diciembre está paralizado el proyecto habitacional de la Misión Vivienda que comenzó a ejecutarse detrás de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Unesr) en 2012. Dos contratistas han pasado por el urbanismo, donde serían reubicadas familias que resultaron afectadas por el desbordamiento del río San Pedro en septiembre de 2011. A principios del año pasado, la Fundación Propatria 2000, ente encargado de hacer el complejo, intervino la obra por incumplimiento en la fecha de entrega.

“Un proyecto de esta naturaleza puede durar entre uno y dos años para su culminación, dependiendo de la supervisión de las instituciones públicas, pero en este caso hay un gran retardo aunque la compañía cuenta con todos los materiales como cabillas, mallas y concreto”, declaró en aquella ocasión el entonces presidente del organismo, Daniel Tascón. El funcionario señaló que la figura de la intervención sería temporal pues le dieron la oportunidad a la contratista para que continuara, pero en junio de 2013 abandonó definitivamente los trabajos.

En septiembre, contrataron a una nueva empresa y antes de retomar las labores, el propio Tascón en nota de prensa que publicamos en este medio prometió no cometer los errores del pasado. “Velaremos porque la compañía haga un uso adecuado del kit encofrado, que la misma tenga una concretera en la zona y que el proyecto de las terrazas cambie a método convencional para acelerar la ejecución”, agregó la máxima autoridad de Funda Propatria. Pese a la promesa, la obra volvió a pararse hace cinco meses. Anunciaron la construcción de 300 apartamentos, pero hasta la fecha se observan seis edificios inconclusos. Allí no se le ve la cara a ningún obrero. Ni siquiera hay vigilante. En la parte de atrás se aprecian solo las bases de varias torres.

Damnificados presionaron

Se conoció que muchas familias que permanecían en el albergue de Lanex y que serían mudadas para ese urbanismo ejercieron tanta presión para que les dieran su vivienda que no tuvieron más opción que mandarlos para El Chorrito que ejecuta Metro Los Teques. “Este de tipo de situaciones pasan por la falta de supervisión y porque contratan a empresas fantasmas que no tienen capacidad de hacer un plan de esta envergadura”, enfatiza Gerardo Ortiz, maestro de obra.

Uno de los beneficiarios destaca que el proyecto original sufría modificaciones ya que los apartamentos que quedaron chucutos son de dos habitaciones y los restantes tendrían tres. “Nos dijeron que los primeros edificios los entregarían en diciembre de 2012, pero llevamos dos años esperando”./Ronald Peñaranda/sa/Foto: Jesús Tovar