La delincuencia y la falta de iluminación ha llevado a que los vecinos del callejón El Infiernito del 23 de Enero, busquen maneras creativas para alertar a la comunidad cuando se presenta un robo.

Un residente de la comunidad comentó que “desde hace más de dos años que el callejón esta terriblemente oscuro y que los malandros no nos dejan en paz, por eso tuvimos que crear mecanismos de defensas que alerten a la comunidad y que al mismo tiempo sirvan para ahuyentarlos”.

“Cada vez que hay un intento de robo o que vemos movimientos extraños comenzamos a sonar pitos, tocar ollas o a gritar para que los delincuentes se vayan, esto es lo que ha hecho que la delincuencia disminuya un poco, aunque aún siguen sucediendo robos en la noche”.

Aseguran que por más que la comunidad ha solicitado el apoyo de las autoridades policiales solo acuden cuando se presenta una emergencia, lo mismo sucede con Corpoelec que a pesar de los innumerables reclamos, el sector sigue sin contar con alumbrado público. EF/ct Foto: Yuliettsha Molina