“Vine de Haití a Venezuela hace mas de 31 años, la necesidad en mi país produjo que emigrara, a veces la policía no nos deja trabajar y te quitan la mercancía, sin embargo muchos de nosotros seguimos apostando por continuar aquí”.
Así lo destacó Adolfo Benzant, vendedor de conservas quien además expresó: somos personas esforzadas, que merecemos respeto, también debemos sortear las vicisitudes de las calles, el mal tiempo, y llevar el sustento diario a nuestros hogares”.
Sobre el precio del dulce dijo “tenemos de Bs. 10.000 y 15.000, de color marrón, blanco y rojas, diariamente se llevan entre unas 10 y 15, la falta de efectivo limita la comercialización”.
Afirmó que para conseguir los cocos les cuesta, “esto es porque no todas los establecimientos cuentan con el rubro, cada vez que lo obtenemos el precio tiende a subir mas de lo normal”.
“De vez en cuando nos apostamos en sitios fijos, eso no es siempre, ya que muchas veces la policía nos corren, lo que afecta nuestras ventas notablemente”.
Sobre la tradición de las bandejas sobre la cabeza “esto a las mujeres se los enseñan desde niñas, mantener el equilibrio mientras caminan y evitar que se caigan, es una costumbre que se remonta desde nuestros ancestros”./rp
Fotógrafo: Yuliettsha Molina
