Centenares de patrullas, ambulancias y autobuses quedaron totalmente calcinados. La emergencia fue atendida por nueve unidades que combatieron las llamas durante más de cuatro horas.

Andreína Ibarra. Al menos 1.000 vehículos de la Gobernación de Miranda quedaron totalmente calcinados tras un voraz incendio que afortunadamente no cobró víctimas fatales en el estacionamiento de El Limón, en el kilómetro 34 de la carretera Panamericana.

Las primeras experticias indican que se trató de un incendio de vegetación con afectación de los carros oficiales desincorporados, pero expertos del Cuerpo de Bomberos no descartan que los rayos del sol hayan causado un efecto lupa en los parabrisas.

Por su parte, Javier Mendoza, comandante general de los apagafuegos, informó que la contingencia ameritó la movilización de nueve unidades de combate de incendio, cisternas, motos y ambulancias, incluido el carro súper cisterna con capacidad de 30.000 litros de agua, necesarios para hacer frente a las llamas.

“Dada la voracidad de las llamas, y en aras de preservar los bienes del Estado, así como de las residencias aledañas, se activaron los equipos de trabajo de nuestras estaciones de San Antonio y Los Teques”. Asimismo, se conoció que contaron con la colaboración de cisternas de Intevep, Hidrocapital y la empresa Odebrecht.

La intensa humareda alarmó a los vecinos, quienes pensaron que se trataba de una quema de basura en el vertedero de El Limoncito. Hasta el cierre de esta edición, no se reportaron asfixiados, pero un grupo de habitantes se congregó en plena vía para escapar del humo que entró a sus viviendas.

Por último, el jefe bomberil advirtió que se dará inicio a las investigaciones para determinar el origen del siniestro; así como también hizo un llamado a evitar la quema indiscriminada de basura, al igual que de la vegetación./sa/Foto: Eduardo Aguilar