A través del arte se le puede dar diferentes matices a los grises de la vida. Sus diferentes expresiones hacen que haya alguno en particular para cada gusto.
Tenemos hoy expertos y amantes de la música, escultura, cine, danza, teatro y por supuesto, las artes plásticas que se remontan hasta el principio de la historia cuando los primeros pobladores de la tierra se comunicaban, a través de sus dibujos en las paredes de sus cuevas, los cuales hacían con pigmentos naturales.
Con el paso del tiempo, expertos pudieron encontrar estas manifestaciones hasta lograr su análisis y entender lo que trataban de decir con ellos. Un ejemplo local son los petroglifos que se encuentran en la plaza Guaicaipuro que fueron plasmados por las comunidades indígenas lideradas por el cacique, a quien se le hace honor con el nombre de este espacio.
Se puede decir, entonces, que el arte es una forma de comunicarse que va más allá de las palabras.
En las galerías y diferentes salas de exposiciones de la localidad se puede apreciar el talento nacional de estos impulsores de la cultura, incluso fuera del país donde se les ha dado la oportunidad de mostrar su talento y poner en lo más alto al nombre de Venezuela.
Los artistas plásticos aseguran que con su trabajo se encargan de hacer varios tipos de demostraciones como las de sentimientos, realidades y fantasías.
** Orgullo nacional
A lo largo de la historia, representantes del gremio artístico han trascendido por la calidad de su obra. En el blog de internet “Amantes de las artes plásticas venezolanas” tienen una lista de los 10 artistas venezolanos más cotizados en el mundo.
En el primer lugar está Marisol Escobar, experta en arte pop. En el año 2005, su conjunto de 15 esculturas llamado “La fiesta” fue vendido en una subasta en Nueva York por la suma de 912 mil dólares.
Le sigue Armando Reverón, cuyas piezas “Paisaje de Macuto” y “Paisaje” fueron vendidas en Nueva York por 529 y 456 mil dólares, respectivamente.
Otro artista plástico que logró vender su obra en el exterior fue Jesús Soto. “Trois Colonnes Blanches” alcanzó en subasta un valor de 481 mil dólares, mientras que “Vibración” fue vendida en 419 mil dólares.
Gertrud Goldschmidt, escultora nacida en Hamburgo, pero quien sembró raíces en Venezuela, logró captar la atención de amantes del arte con su obra realizada en 1972, “Ratícula cuadrada” que se vendió en una subasta en Nueva York por 411.200 dólares.
“Colorismo 69” fue una venta especial de la obra del maestro Alejandro Otero, no solo por la cifra en la que se subastó (409 mil dólares) sino porque la misma desapareció de Venezuela, en la década de los 60.
Una puja que arrancó en 150 mil dólares y cerró en 266.500 dólares fue “La Eva” de Francisco Narváez, una pieza que data de 1940 y se trata de un desnudo reclinado, tallado en piedra.
El arte de Carlos Cruz-Diez tuvo un récord al venderse la pieza “Fisiocromía” en 254.500 dólares. La obra de 1961 fue comprada por un coleccionista.
Su amor por Caracas hizo inspirar a Manuel Cabré para sus pinturas. “Vista del valle de Caracas desde El Calvario” es una de las mejores del exponente, según los expertos en arte. Data de 1927 y se vendió en 2001, por 148.750 dólares.
Juan Pedro López es reconocido como uno de los más grandes pintores coloniales. Con la pieza “La virgen, reina y pastora de la iglesia” que creó en 1780, se recaudaron 140 mil dólares, en el año 2005.
La lista la cierra Jacobo Borges. Una de sus creaciones curiosamente llamada “Sin título”, de la serie “La comunión”, que data de 1951 y se subastó por 66 mil dólares, en Nueva York.
*** El maestro de la luz
El 10 de mayo se celebra en Venezuela el día del artista plástico como un recordatorio del natalicio del maestro de la luz, Armando Reverón, uno de los exponentes más importantes del país. Su obra se divide en tres etapas: período azul, blanco y sepia.
Al cumplirse 127 años de su nacimiento, el ministerio para la Cultura trasladó sus restos al Panteón Nacional donde se le realizó un homenaje como al pintor, muralista, dramaturgo, maestro y pensador, César Rengifo.
La trayectoria y piezas de Reverón fueron declarados “Bien de Interés Cultural de la República Bolivariana de Venezuela”, en el año 2014. En dicha oportunidad se anunció la reconstrucción de El Castillete, una réplica de su casa en Macuto, estado Vargas, que sirvió de museo hasta 1999 cuando quedó destruida con el deslave que hubo en la localidad.
Otra de las formas de dar reconocimiento al maestro fue la creación de una casa de estudios que llevaba su nombre, Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón, que ahora se conoce como Universidad Nacional Experimental de las Artes, ubicada en las adyacencias de la plaza con el nombre del exponente.
Esta universidad cuenta con el Centro de Estudios y Creación Artística Armando Reverón.
RECUADRO
Su vida a través del arte
- La cueva (1920). Óleo sobre tela 157 x 104 cm
- Mujer del Río (1939). Óleo sobre tela 132,1 x 144,5 cm
- Figura sentada (S/F). Témpera sobre papel 88 x 61,6 cm
- Cocotero (S/F). Óleo y temple sobre coleto 50,3 x 58 cm
- Figura con abanico (S/F). Carboncillo sobre papel sobre cartón. 98,8 x 82,5 cm
- Pascual Navarro y modelo (S/F). Carboncillo sobre papel 55,5 x 37,9 cm
- Plaza Bolívar de Caracas(S/F). Carboncillo sobre papel 47,5 x 62,5 cm
- Muchacha ante el espejo, (S/F). Carboncillo sobre papel 105 x 72 cm
- Paisaje del Calvario (1915)
- Reja en la casa de Eduardo Calcaño (1916)
- Uveros (1919). Óleo sobre tela. 29,8 x 31,5 cm
- Familia Rodríguez Zocca (1919). 85,5 x 66 cm
- Procesión de la Virgen del Valle (1920)
- Fiesta en Caraballeda(1924). Óleo sobre lienzo. 67 x 95,5 cm
- Figura (1927). Tempecm
- Mujer desnuda leyendo.(1932). Expuesta en el Malba — Buenos Aires, Argentina
- Ranchos (1932). Óleo y temple sobre coleto. 47 x 62 cm.
- Desnudo en el paisaje (1933). Pigmento diluible al agua sobre papel adherido a cartón piedra 76,6 x 114 cm
- La hamaca – contraluz (1933). Pigmento diluible al agua y tierras de color sobre tela, 118,2 x 146,2 cm
- Lectura (1933). Gouache sobre tela, 91 x 99 cm
- Juanita (1934). Temple sobre cartón, 59,8 x 48,2 cm
- Paisaje blanco (1934)
- Juanita en traje de baño rojo (1934). Pintura al agua sobre papel adherido a cartón, 114 x 79,9 cm
- Juanita y el arriero (1934). Pigmento diluible al agua y caseína sobre cartón y madera, 107 x 137,7 cm
- Uveros (1934). Óleo sobre tela 53 x 64 cm
- Desnudo (1934) Óleo y temple sobre arpillera 106 x 98 cm
- Maja (1936). Tierra de color sobre coleto 105,2 x 141,5 cm
- Sin título (Cocotero – Paisaje con cocoteros) (1938). Tiza y pigmento diluible al agua sobre tela 61,5 x 91,5 cm
- Maja criolla (1939)
- Desnudo (1939). Óleo sobre tela, 105 x 134 cm
- Cinco figuras (1939). Óleo y temple sobre coleto 162,5 x 227,5 cm
- Juanita en rosa (1940). Tierra de color sobre papel 75,5 x 55 cm
- El puerto de La Guaira(1940). Óleo sobre tela, 62,5 x 122,5 cm
- El playón (1942). Óleo y temple sobre coleto 114 x 148 cm
- Paisaje con uveros (1942). Temple sobre coleto 86,3 x 96,2 cm
- Paisaje de Macuto (1943). Óleo sobre tela 71,5 x 94,5 cm
- Paisaje con locomotora (1942–1944). Témpera y carboncillo sobre tela 62,5 x 93,5 cm
- Marina (1944). Óleo sobre tela 97,3 x 119,7 cm
- Desnudo acostado (1947). Carboncillo, papel y tiza en papel encolado sobre cartón 88,4 x 137,4 cm/no
- Autorretrato (1948). Tiza y carboncillo sobra manzonite 59 x 51 cm
- Dos figuras (1948). Carboncillo y tiza sobre papel 73 x 31,5 cm
- Cruz de mayo (1948). Pintura al agua, grafito y carboncillo sobre papel 83 x 96,9 cm
- Navidad de muñecas (1949). Creyón, tiza y carboncillo sobre papel 116,7 x 88 cm
- Niza (1952). Tiza y carbón sobre tela, 114 x 72 cm
- Patio del sanatorio (1954). Tiza y pastel sobre papel sobre cartón 64,5 x 96,5 cm
*** La efeméride en Venezuela se celebra en honor al maestro Armando Reverón
HERLIS DOMÍNGUEZ