El descontento y la desmotivación aumentan casi tan rápido como la tasa del dólar, que alcanzó los Bs.26 el oficial y Bs.27,15 el paralelo, lo que ha provocado una ola de opiniones. Lo que antes representaba una señal de alarma, es actualmente un proceso inflacionario que se ha normalizado en el día a día.
“Antes cuando el dólar llegaba a una cifra redonda todos estábamos alarmados, en las tiendas la gente se quejaba y no se quería adaptar a la nueva cifra, veías como algunos comercios cerraban para remarcar los precios, pero ahora no, todo el mundo como si nada”, comentó Luis Barrios, quien circulaba por la calle Miquilen en Los Teques.
Agregó que a pesar de estar en desacuerdo con respecto al proceso inflacionario, debe hacerse cargo de distintas responsabilidades y prefiere tratar de resolver y cumplir con sus labores, en lugar de discutir con respecto a las tasas que se mantienen en alza.
“Antes era un miembro activo en Twitter, Instagram y cualquier otro foro que se preste al debate, principalmente cuando de economía se trata, pero estoy cansado. Tengo que resolver que comer, la mensualidad del colegio, los servicios y tristemente no tengo tiempo para darme mala vida”, dijo./DB/at