Hoy día resulta interesante ver cómo algunos vendedores tratan de cumplir con el margen del 30% de ganancia fijada en la Ley de Orgánica de Precios Justos (LOPJ) y mantener operativos sus negocios en una economía gravemente desajustada por la inflación y la dolarización.
Hernán Cabeza, ingeniero civil, quien junto a su hermano tienen un emprendimiento, un puesto de víveres, en el Mercado Municipal de El Paso, explicó que ha estudiado mucho para que gerenciar marque la diferencia, pues él aprendió la forma de administrar el negocio sin necesidad de evadir las regulaciones del Estado, en su afán de proteger al consumidor final.
“Elaboré un sistema administrativo que permite modificar los precios de acuerdo al valor de cambio de la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV). Con solo colocar la cifra del BCV se actualiza los montos de todo el inventario, sin necesidad de hacer cálculos manuales ni aproximados sino los justos”, indicó.
Para comprar la mercancía trata de adquirir los productos a precios razonables para la comercialización, que, al sumarle la estructura de costos del negocio, como los pagos de nómina e impuestos, no supere el margen de ganancia propuesto por el Estado. /MD/rp