Trabajan ante la pandemia con medidas de prevención

Anelim González

Para cualquier persona en el mundo despedir a un ser querido es, sin lugar a dudas, un ritual triste y doloroso. La muerte forma parte del ciclo de la vida y nadie está exento de ella.

Desafortunadamente, desde la aparición del virus Covid-19 y tras el inicio de la pandemia, son muchas las familias alrededor del mundo, que han tenido que decir “adiós” a un familiar, amigo y/o conocido.

Las funerarias ofrecen diversos servicios a las familias que permiten la preparación del cuerpo, adecuándose a la situación de cada núcleo familiar. En la ciudad de Los Teques, la Alcaldía del municipio Guaicaipuro dispuso leyes para otorgar los permisos necesarios a la hora de la decisión final de qué hacer con el cadáver.

A pesar de que la persona fallecida pueda haber dejado un poder, éste expira al momento de su muerte; es por ello que, las decisiones a tomar en todo lo que concierne al cuerpo, pasan a ser tomadas por algún familiar, sin embargo, si no tiene pariente alguno en el país, la junta de vecinos donde se residenciaba el fallecido puede fungir como familiar.

En Venezuela, al igual que la mayoría de los servicios, el costo de las funerarias se paga en dólares o su equivalente en bolívares de acuerdo al cambio del día.

El servicio oscila entre los 130$ y cubre el arreglo y vestidura del cuerpo, el préstamo de una urna y una cápsula para el momento de la cremación, el traslado al cementerio y la documentación pertinente con los datos del difunto y el familiar apoderado.

En la actualidad costear un servicio funerario no entra en ningún presupuesto y aun cuando hay quienes cuentan con beneficios en sus trabajos por concepto de fallecimiento de familiar, este monto no cubre ni el 10% de este gasto, llegando a ser necesario de requerir remesas del exterior o algún préstamo. Fotografía: Yuliettsha Molina