17/07/15.- Con motivo de la celebración del Día del Niño, la campaña Ayúdanos a Ayudar ofrecerá su cuarta jornada dirigida a niños y adolescentes en situación de abandono y con padres que se encuentren privados de libertad. La actividad será este domingo en el club de Los Castores, en San Antonio de Los Altos, a partir de las 10:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde.
Así lo informó, Neida Pérez Morillo, organizadora, quien explicó que todo aquel que desee colocar su granito de arena puede hacerlo a través del centro de acopio, ubicado en la Universidad Bicentenaria de Aragua, o el mismo día del compartir. “Estamos recabando donativos como alimentos no perecederos, útiles escolares, uniformes, juegos didácticos, artículos de aseo personal, entre otros”.
Destacó que esta será la primera vez que reúnen a los jóvenes en un mismo espacio. “La entrega se hará aproximadamente a 100 niños y jóvenes; en algunos casos presentan discapacidad y requieren de atención especial. Habitan en diversas casas de abrigo en Los Altos, como la Casa Hogar Don Bosco, al lado del Sepinami, Asociación Nueva Esperanza y Fundación Casa UMA, en San Diego; Fundación La Casa de Ana, en San Antonio de Los Altos y San Juan Bautista, en Carrizal”.
De igual manera, añadió que: “El año escolar está finalizando, pero en un abrir y cerrar de ojos comenzará el otro. Por esa razón, queremos hacer énfasis en la educación, y empezar a recolectar los materiales escolares que tanto necesitan. Ellos estarían totalmente agradecidos con un cuaderno, lápices, creyones, borradores, resmas de papel, entre otros”.
Neida, una abogada penalista que regala sonrisas
La entrevistada, que se desempeña como abogado penalista, relató que hace siete años, cuando esperaba el nacimiento de su hija, decidió emprender esta labor sin fines de lucro, realizada no solo el Día del Niño, sino también en diciembre, como Jornada de Alegría . “Aún no tengo una fundación registrada, pero es mi gran sueño. No hago esto por casualidad, fui defensora pública por muchos años, y una de las materias que tuve fue la protección de niños niñas y adolescentes”.
Añadió que “en mis labores, visitaba las casas de abrigo y nos asignaban un número de chamos para vigilar su situación jurídica. En esa época, me quedé enganchada con mis funciones laborales y comencé a familiarizarme con la situación.”
Asimismo, narró que: “En ese tiempo estuve trabajando sola; sin embargo, como era docente en la Universidad Bicentenaria de Aragua, muchos alumnos y profesores quisieron unirse a la causa, porque se empezó a forjar un equipo. Cabe destacar, que este recinto educativo fue el primero en unirse, y comenzamos a formar el centro de acopio, a regar la voz, y se hicieron varios potazos. Después de eso, se han unido muchas personas de forma voluntaria, instituciones, empresas privadas y del estado”.
“Nunca habíamos podido reunir a todos los niños en un solo sitio para ofrecerles entretenimiento. En un día llevábamos los donativos a diversas casas, junto a artistas. Esto sin duda alguna, era muy tedioso para nosotros y no tan bonito para ellos, porque seguían estando ahí, en la casa hogar”.
De igual manera, señaló que: “Este año se nos ofreció el Club de Los Castores, y allí tendrán actividades recreativas, educativas, sociales, culturales. Contacté corales, payasitos y peluqueros”.
En cuanto al tema de los donativos, que tengan que ver con alimentos, son muy importantes. “Muchas veces se comen una arepa y no tienen con qué rellenarla. Ellos no están acostumbrado a eso, y si se despiertan a la mañana siguiente con un desayuno, estarán felices”.
A su vez, recordó una frase que la sensibilizó el año pasado. “El niño me dijo: hada madrina, me estoy comiendo un huevo con jamón, esto es un milagro. La gente no tiene ni idea de la gratitud que se siente. El que no pueda, con un Diablitos, también colabora”.
Finalizó mencionando que la responsabilidad social debería tomar más fuerza dentro de la sociedad. “Si uno les tiende una mano, ellos lo harán en un futuro. La gente anda pendiente de otras cosas, y desconoce estas necesidad que viven sus semejantes”.
Por: Adrían Rivero/Foto:Jesús Tovar
