“Le pedí a un amigo que me enseñara la receta y luego reuní cerca de $20 para comprar azúcar y leche. Debido a la situación económica, tenía la necesidad de emprender un nuevo negocio, fue entonces que comencé desde mi casa y con un pequeño puesto aquí en el mercadito de la Miranda”
La declaración la dio Carmen Dávila, quien vive en residencias Lagunetica y lleva aproximadamente seis meses trabajando con la elaboración casera de dulces de leche
“La receptividad ha sido muy buena gracias a Dios. Al principio me costó darme a conocer, pero una vez que los primero clientes probaron mis dulces se quedaron enganchados y hora son fijos en la compra”.
Su pequeño negocio lo comenzó con solo dulces de leche y se sigue expandiéndose en la comercialización y como proviene de Los Andes, su dulce de leche tiene el toque de esa región del país.
“Conservo la tradición llevan una capa de azúcar y adentro queda un concentrado de bebida andina. También lo hago con maní”.
Indicó que prepara diariamente una paleta que contiene ochenta cuadros, estos los hace por encargo de acuerdo a los pedidos, cuya ganancia asegura que es suficiente para satisfacer sus necesidades, “El dulce de leche los vendo quince unidades por $1, turrón de leche igual y el dulce andino 12 por $1”./HG/rp Foto Yuliettsha Molina