Recomiendan a padres acudir junto a los pequeños para la atención psicológica

ILDER MAESTRE

Los problemas conductuales en la infancia básicamente hacen referencia a patrones de comportamiento disfuncionales en el niño, niña o adolescente. Es decir, su comportamiento es contrario a las normas del hogar y/o sociales y causan conflictos en los distintos espacios donde él o ella se desenvuelve, especialmente con las figuras de autoridad y también las edades que comprenden esos comportamientos

Maoly Segura, psicólogo, manifestó que “la característica principal es que el niño o joven presente conductas contrarias a lo esperado, puede ser retador, oposicionista o negativista. Esto se debe a que sus tipologías las determinan su composición familiar, el apego a las normar, la edad, el sexo, entre otras”.

“Estos comportamientos pueden presentarse desde la primera infancia hasta la adolescencia, sólo que variarán dependiendo de la edad, de cómo se establezcan esas normas dentro del hogar y de si las mismas una vez establecidas, se hacen cumplir a cabalidad o no”, destacó.

Sobre el diagnostico enfatizó que “para establecer un diagnóstico lo más apropiado es que el adulto responsable (padres o cuidadores) acuda junto con el niño a atención psicológica y allí el especialista detectará oportunamente el origen del comportamiento disruptivo y podrá brindarle al representante las estrategias pertinentes para erradicar dicho comportamiento y lograr una mejor adaptación al entorno para el niño o el adolescente”.

 “Tanto en tiempos de cuarentena como en una situación de normalidad es imprescindible que los padres tomen consciencia que el comportamiento de sus hijos está directamente relacionado a cómo ellos implementan las normas en casa. Por esto las mismas deben ser consistentes, es decir, que se mantengan en el tiempo y no cambien a diario, que se hagan cumplir en todo momento y que haya acuerdo entre todos los miembros del grupo familiar en que esas son las normas y deben cumplirse, en especial entre las figuras de autoridad porque, por ejemplo, si uno de los padres autoriza y el otro desautoriza, hay inconsistencia en las normas y el niño o adolescente termina por hacer lo que le resulte más gratificante” explicó.

Detalló “es importante que los padres brinden estructura a los niños. Así ellos sabrán lo que se espera de ellos en cada momento y podrán responder de la forma esperada. Y esta estructura siempre debe ir acompañada de la calidez, es decir, debe ser impartida con afecto y empatía ante las necesidades de niños y jóvenes”. Fotógrafo: Yuliettsha Molina