10/06/15.- Habitantes de la parroquia Petare, en el estado Miranda, se concentraron ayer en el casco colonial de esta localidad en rechazo a las deficiencias en el servicio de agua potable y recolección de basura, dificultades que generan enfermedades en niños y adultos mayores, y que no han sido atendidas por el alcalde de esa jurisdicción, Carlos Ocariz.

El concejal del municipio Sucre, Luis Figueroa, informó que los habitantes de Petare también permanecen expuestos a situaciones de inseguridad que no han sido atacados por la alcaldía.

“En este municipio se presentan casos graves de inseguridad, ausencia del servicio de abastecimiento de agua, y casos graves en cuanto a la recolección de basura”, explicó el concejal, quien además informó a medios de comunicación que el alcalde no se encuentra en el municipio, pues el pasado 6 de junio abordó un avión en dirección a Miami,Estados Unidos.

“Ocariz salió el día 6 de junio a Miami en un vuelo de American Airlines, y regresará a este municipio el 11 de junio en la misma aerolínea. En otras palabras: este municipio no está recibiendo los servicios básicos y no hay nadie que nos dé una explicación por ello”, alertó Figueroa, al tiempo que mencionó que el alcalde no realizó los trámites de solicitud de permiso ante la Cámara Municipal.

“Hay comunidades que han ido a plantear sus denuncian ante la alcaldía y lo único que reciben es silencio. No tenemos ayuda”, dijo.

Denunció que de acuerdo con inspecciones recientes al Instituto Municipal de Aguas del municipio Sucre, se demostró que esta institución —en la cual reposa la tarea de suministrar agua potable a los hogares de la parroquia— no cuenta con instalaciones apropiadas ni con vehículos en buen estado para laborar.

Al respecto, Figueroa indicó: “Este instituto está paralizado. El servicio de distribución de agua depende de una institución que no garantiza el suministro de este vital líquido”.

Entre las zonas del municipio que permanecen sin agua, destacan: El Alimentador, Leoncio Martínez, El Morro, y El Cazal, entre otros.

En cuanto a los desechos, Figueroa lamentó que este año la tarifa de recolección haya sido aumentada en 380% y que aun así los espacios del municipio permanezcan colmados de basura.