Comerciantes luchan por mantener el precio de sus mercancías

DORIANA BORREGO

Los cambios arancelarios realizados después de la suspensión del servicio de envíos marítimos a Venezuela, han provocado una variación en la inversión que debe realizar un proveedor por cada conteiner, lo que puede inflar los costos de los productos comercializados en el país.

Este ajuste ha provocado que muchas compañías inhabiliten el servicio, mientras que otras como Tealca Usa, una de las empresas que trasladan mercancía a nuestro país, informó en distintas plataformas que debe cancelarse un 38% adicional al valor declarado por cada caja, con una cifra mínima de traslado de $100, mientras que los envíos comerciales deben contemplar dentro de la inversión, otro 16% de IVA y un 1% más por los gastos de aduana.

Actualmente, las políticas de traslado de mercancía no han sido modificadas en la ley, por lo que las cifras de incremento en cada empresa varían y no se ajustan a una tarifa fija, lo que ha provocado que las regulaciones asociadas al cuidado y valor real de la mercancía se conviertan en un tema de gran controversia.

A pesar de que la dirección IP de grandes páginas de venta como Shein se encuentre bloqueada en el territorio, muchos emprendedores y comerciantes han utilizado los casilleros como una herramienta para que un tercero reciba sus pedidos en otros países como Estados Unidos y que posteriormente, les sea enviado a su destino original en Venezuela.

Suspensión en los sectores comerciales

Motivado a los inconvenientes generados por las complicaciones en el servicio de envío, quienes utilizan Amazon, Temu, Aliexpress y Shein para cubrir la demanda en sus comercios se han visto afectados, siendo los del rubro de vestimenta, perfumería, cosméticos y joyería algunos de los más expuestos a esta problemática.

“Vendo ropa de Shein por lotes y todo tiene un precio de $5, pero eso es factible solo si puedo adquirir el conteiner por un precio accesible, ahora puede que cobren un 38% extra por cada caja en el precio base, imagínate cómo será si totalizas el costo los descuentos que te hace la plataforma en sí, prácticamente los pierdes porque sale caro”.

Señaló Johana Arrieta, quien desde hace al menos tres años se dedica al negocio de compra y venta de productos online, un negocio que se ha impulsado en el país ante el auge de las redes sociales y las pocas alternativas que existen para acceder a estos productos sin contar con un intermediario que lo traslade.

Ante esta realidad, comerciantes prevén que posiblemente deban realizar un ajuste a sus tarifas para continuar generando las ganancias esperadas, por lo que el descontento provocado por la suspensión del servicio aumenta progresivamente.

“Ahorita una de las tendencias es la ropa que la gente ve en las redes sociales y casi todas esas cosas están disponibles en internet, pero la realidad es que la gente no puede pedirla y que llegue hasta la puerta de su casa como en otros sitios, es por eso que para nosotros se ha convertido en un negocio rentable mientras que mantengamos precios que se adapten a los clientes, pero si los impuestos nos desangran, ahí no podremos mantener todo intacto”, agregó./at