En el sitio encontraron un chaleco de Polimiranda

Desde hace un par de meses, sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) les seguían la pista a más de 15 criminales que integraban la banda de “El Vladimir”, peligroso azote que mantenía en jaque a los vecinos de Paracotos y zonas aledañas.

Tras recibir la denuncia del plagio de una adolescente de 16 años, presuntamente hija de un general, los expertos cercaron la localidad que, por su atractiva ubicación geográfica, se ha convertido en la guarida predilecta de cientos de secuestradores foráneos. Al parecer, los malhechores, en su mayoría adolescentes, no aguantaron la presión policial y liberaron a la víctima un día antes del enfrentamiento.

Incansables en la búsqueda del grupo criminal, los funcionarios se mantuvieron desplegados en las adyacencias del club El Dorado, donde finalmente localizaron la vivienda donde estaban enconchados. Todos estaban armados hasta los dientes, por lo que no lo pensaron dos veces para disparar a mansalva contra los detectives adscritos a la Base de Secuestro de los Altos Mirandinos y al Bloque de Búsqueda.

Wuayner Oropeza, jefe del Cicpc en Miranda, detalló que cuatro quedaron tendidos dentro de la casa, dos en un sendero de montaña por donde pretendían huir, y otros dos lograron darse a la fuga. Los heridos fueron ingresados al CDI de Paracotos, donde fallecieron a los pocos minutos.

Durante el procedimiento, recuperaron cuatro revólveres, dos pistolas, dos granadas fragmentarias y un chaleco con la inscripción de Polimiranda, por lo que indagan si un agente de la policía regional está involucrado en el hecho. Asimismo, se conoció que uno de los sujetos fue identificado como Junior Samuel Perdomo Ortiz (23); en tanto, presumen que “El Vladimir” es uno de los abatidos que aún no han sido identificados.

Tragedia familiar

Al conocer sobre la muerte de su hijo durante el enfrentamiento, Desiré del Carmen Isea (53) salió con rumbo hacia Paracotos, pero falleció instantáneamente al ser impactada por un peñonazo proveniente de una gandola cargada de escombros, en el kilómetro 38 de la Autopista Regional del Centro (ARC).

Fuentes policiales indicaron que el cadáver quedó tendido en el asiento del copiloto y después ingresado a la Medicatura Forense de Los Teques. Fiscales de Tránsito Terrestre iniciaron las averiguaciones del caso./ac