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Una labor titánica

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Karines Sabino

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Comida para los pobres en honor a San José

CARMEN TERÁN


Este 19 de marzo en el Colegio María Briceño de Los Teques las religiosas agustina recolectas del Corazón de Jesús en conjunto con un grupo de benefactores celebraron el Día de San José con entrega de comida a personas de escasos recursos.


La madre superiora, Marelis Parada, manifestó “que todos los años la congregación organiza esta actividad en ocasión de celebrarse el día San José, que es la fiesta de los pobres, donde fueron beneficiadas más de 1500 personas.


Sostuvo que “vienen personas de todos los lados, más bien esperábamos más asistencia, pero como habían disturbios en el centro de Los Teques, creo que no llegaron por completo”.
Detalló que todo se realizó en perfecto orden, fue una actividad muy bonita, donde las personas colaboraron en la elaboración de los alimentos, fue una labor titánica porque se utilizaron seis ollas inmensas para poder cubrir toda la cuota”.


Aprovechó la oportunidad “para darle las gracias a todos esos bienhechores que cada año se van sumando y los que principalmente organizan estás fiestas que ya tienen como meta todos los años realizar esta comida para los pobres”.


Acotó “que está congregación tienen toda la vida ayudando a los más necesitados, pero los nuevos benefactores ya tienen cuatro años consecutivamente, por supuesto mientras nosotros lo hacemos para pocas personas, ellos lo hacen para un conglomerado mayor”.
Destacó también “que repartieron durante la noche de esa misma comida alrededor de 80 platos a los indigentes que rondan los basureros de la capital mirandina.

Un trabajo del día a día


Indicó “que todos los días preparan una sopa que distribuyen a 1.040 personas de lunes a domingo. Manifestó que gracias a la divina providencia, esta es una obra del Señor, porque Dios mueve los corazones de muchas personas que se van sumando, van viniendo y poco a poco vamos reuniendo y nunca falta la comida”.


Indicó que en ocasiones “no hemos tenido gas y son las personas que reciben el alimento quienes nos aportan su colaboración, con un trozo de madera, vamos y gozamos siempre de la colaboración de varias personas, pero sobretodo sabemos que eso es un milagro de Dios, porque sólo con Dios podríamos hacer posible este trabajo, como el que estamos haciendo”.
“Aunque no haya gas, cocinamos en leña, los mismos comensales nos ayudan a preparar los fogones, ahí nos ponemos entre todos, si no hay agua, entre todos resolvemos. Esta es una obra del Señor que aún en medio de las dificultades pero gracias a Dios hasta ahora nunca hemos parado ningún día”.

Una obra que no se detiene

La familia Agustino Recoleta ha respondido con sus recursos e iniciativas solidarias para ayudar a los más vulnerables a sobrellevar los efectos que la crisis política, social y económica ha dejado en sus vidas.

En la casa generalicia de Las hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, ubicada en Los Teques del Estado Miranda, impulsa una noble causa junto a las hermanas de la congregación, quienes trabajan bajo su principal carisma “el servicio a los pobres y los más necesitados”.
La Madre Parada, señaló que se han distribuido y organizado para poder responder a esta necesidad, llevando la vida religiosa y la fraternidad con toda la gente que toca sus puertas buscando ayuda y auxilio.

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