Los 17 venezolanos detenidos junto a un ecuatoriano y un cubano, el jueves 10 de octubre en el aeropuerto de Quito y acusados por la ministra de Gobierno María Paula Romo de manejar información de la agenda presidencial, fueron liberados. Y esta liberación es doblemente noticia.
Primero, porque reveló la violación del debido proceso de los extranjeros y segundo, porque colocó sobre la mesa una grave realidad que afecta a los más de 300 mil venezolanos que residen en el Ecuador: el Gobierno suele ser el primero en exponerlos a la xenofobia, ese mal latente en algunos, reseñó el diario Panorama.