Sus valores de médico lo convirtieron en uno de los Líderes de Miranda

 Victorino Santaella, médico muy conocido en Los Teques, población donde vivió, estudió, constituyó familia, trabajó y gozó del aprecio de los que tuvieron la dicha de conocerlo y mantener amistad con él. Victorino y no Victoriano como en una oportunidad, siendo miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, lo llamaría, así de dice, el poeta Andrés Eloy Blanco, quien presidió con tino ese cuerpo deliberante.

También se comenta que el poeta, al señalarle el médico parlamentario que su nombre era Victorino y no Victoriano, se inspiró para hacer conocer una breve composición cargada de humorismo, como las que muy bien aderezaba Andrés Eloy Blanco en el seno del parlamento, muchas de ellas recogidas por el historiador José Rivas Rivas, en una investigación donde se publican piezas , todas cargadas del genial humor, que siempre se hacía presente en muchos de sus escritos, como los publicados en medios de comunicación escritos, como el caso de “El Morrocoy Azul”, fundado por su amigo Miguel Otero Silva, compañero de ajetreos intelectuales.

Oriundo de Chaguaramas

Victorino Santaella nació en la población llanera de Chaguaramas, perteneciente al estado Guárico, el día 6 de octubre de 1916, momentos cuando los destinos de Venezuela se encontraban regidos por el dictador Juan Vicente Gómez y el paludismo, al lado de otras enfermedades diezman la nación y el analfabetismo reinaba a sus anchas.

Cuando el niño Victorino tenía apenas cinco años es trasladado por sus padres a la población de Los Teques, situada en los Altos Mirandinos y donde la neblina se tenía como la soberana más admirada por propio y extraños, con una histórica línea férrea por donde se desplazaba el ferrocarril alemán, que permitía el traslado de los que deseaban disfrutar de las bellezas naturales y arquitectónicas de la villa tequeña, elevada a Parroquia Eclesiástica mediante las diligencias efectuadas por el Obispo Mariano Martí , el 21 de octubre de 1777.

Los paseos de las familias que llegaban a Los Teques, se cumplían hacia los parques Los Coquitos y El Encanto, al lado de realizar caminatas hacia otros espacios, todos muy solicitados por los visitantes. Los Teques, para los días cuando llega, al lado de sus progenitores, el niño Victorino Santaella, en la población funcionaban prestigiosas instituciones escolares, entre ellas el Liceo “San José” fundado ´por el sabio médico y pedagogo José de Jesús Arocha.

 Fundador del Ipasme y diputado

Al concluir sus estudios de secundaria, Victorino Santaella se inscribe en la Universidad Central de Venezuela en la Facultad de Medicina, graduándose el año de 1941, desempeñándose como médico rural en El Sombrero, estado Guárico, donde ocupó la dirección del hospital “Francisco Antonio Rízquez”, trasladándose luego a Los Teques donde cumple funciones como jefe de servicio de medicina del hospital Policlínico de la capital mirandina, institución hospitalaria donde llegó a ocupar la dirección en 1947 de forma ad-honorem.

Asimismo el doctor Victorino Santaella ejercerá en San Roque, estado Anzoátegui, donde contrae matrimonio con la joven Elba Rangel. Asimismo trabajará, entre los años de 1950—1957, atendiendo a los trabajadores de las empresas petroleras Socoy Oil y en la Phillps Oil Company.

Su incansable labor como profesional de la medicina y hombre compenetrado con los problemas de la familia venezolana, lo llevan a responsabilizarse del Centro Médico del Seguro Social, con sede en Los Teques, donde también se convierte en fundador los servicios del Ipasme. No olvidemos que Victorino Santaella se encuentra entre los fundadores del Colegio Médico del estado Miranda.

Entre las actividades políticas donde el doctor Victorino Santaella cumplió una destacada labor, se encuentran las de diputado a la Asamblea Nacional Constituyente y al Congreso Nacional y edil electo al Concejo Municipal del distrito Guaicaipuro. Sobre este aspecto de la vida del conocido médico, quien de vivir estaría cumpliendo cien años de haber nacido, el periodista, historiador y ensayista Guido Acuña, al trazar aspectos acerca de las actividades políticas y sociales de Victorino Santaella, señala, en su obra “Líderes de Miranda”, lo siguiente: “Se le quería y respetaba en su labor de galeno bien cimentada.

Se le estimaba, admiraba en su función de político pluralista. Los Teques fue un poliedro donde su esfuerzo y movilidad, trabajando en pro de este ente colectivo, lo que le preocupaba era tan solo si su afán podía dejar a alguien sin pan, o lastimar a alguno de esos seres por los cuales su vida había adquirido un nuevo perfil”.

En otra parte de la nota dedicada a Victorino Santaella, en la obra ya citada de Guido Acuña, se lee también : “No fue hombre de polémicas infecundas, sino de diálogo abierto al entendimiento cabal, sin cejar en aquellas posiciones de principios irrenunciables”.

 Homenaje a su legado

Así era Victorino Santaella, un hombre creado para hacer el bien, practicar la honestidad y de transitar permanente por los caminos de la dignidad y de la justicia. Como un homenaje a quien practicó la medicina como un apostolado, el 27 de noviembre de 1988 abre sus puertas un moderno centro hospitalario en Los Teques, bautizado con su nombre.

A Victorino Santaella se le conoció como un ciudadano ejemplar, quien, durante el tránsito por esta vida, dejó, donde le tocó actuar, huellas dignas de seguir . Su vida, colocada al servicio del bien, se apaga el 27 de noviembre de 1978.

Esta breve nota, confeccionada con la ayuda de notas dispersas aparecidas en publicaciones periódicas, la he elaborado con la intención de hacer un justo reconocimiento al doctor Victorino Santaella, quien ejerció con dignidad su profesión, con motivo del primer centenario de su nacimiento, esperando que, en Los Teques, comunidad a la que se entregó sin pedir nada a cambio, prestando sus nobles servicios, se le rindan los honores correspondientes, dentro y fuera del hospital identificado con su nombre.